Sin objetivos ni pretensiones vamos a lo que salga.
Vamos con nuestros perros ( SCOT y KIRA ), llegamos el viernes a la tarde al refugio de Pineta, damos un pequeño paseo y a cenar y a dormir.
A las 07:00 de la mañana a desayunar, prepararnos y a ponernos en marcha desde el aparcamiento del parador.
Por pista hasta el puente y giramos a la izquierda, no es el camino señalado, pero nos lleva al original.
En el primer nevero nos ponemos los crampones, que nos quitamos nada más pasarlo, no volviendo a ponerlos hasta empezar la ascensión por el embudo, ya que vamos salvando la situación sin problemas.
Llegamos al balcón en un día claro y disfrutando de las maravillosas vistas del perdido.
Paradita para reponer fuerzas, despues de más de cuatro horas de ascenso buscamos una roca para aposentarnos y a tirar de vituallas, disfrutando de las vistas del altiplano, con el Cilindro, el Perdido y los Astazus de fondo.
Continuamos hasta el Ibón helado... Impresionantes los Astazus y más el refugio Tucaroya.
Observamos como descienden cuatro montañeros desde el collado del cilindro mientras avanzamos hacia los Astazus.
Decidimos darnos la vuelta y parar a comer con las vistas del valle al fondo.
Según bajamos nos cruzamos con una procesión de escaladores que van a hacer noche en el balcón para abordar al día siguiente la norte del Perdido.
Sobre las 17:00 horas llegamos al coche, casi 10 horas de una bella jornada de alta montaña.
Al refugio y a tomarnos una cervecita, que nos la hemos ganado,
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