Comenzamos a las 08:10 de la mañana, con muy buen tiempo. Nada de frio, pero conservamos la manga larga durante casi todo el trayecto, ya que el sendero no está demasiado limpio y hay mucha maleza que dificulta la travesia.
En unas tres horas estamos en la cruz, almorzamos y nos preparamos para pasar el tramito complicado.
Unos a horcajadas, otros en bavaresa y los más valientes de pie.
Proseguimos con continuas bajadas y subidas, con más o menos dificultad, según las ganas de los montañeros, ya que la ruta da para complicarse la vida todo lo que uno quiera.
Al llegar a la fuente del Barber enfilamos el barranco hasta la font del Garrofer, donde el agua nos da aliento para terminar con el tramo de pista que nos queda hasta los coches.
A las 14:30 horas estamos en el bar de la Casella tomando una merecida cerveza.
